Nada puede hacer que un baño parezca más viejo que unos azulejos mugrientos. Si no se limpian con regularidad, tus azulejos pueden -y lo harán- desarrollar residuos blancos de calcio, restos de jabón y acumulación de polvo en la lechada. Se forman manchas blancas y turbias en la superficie, arruinando el aspecto de tu baño.
En la lechada, puedes incluso observar la aparición de moho. Si no se cuida, crecerá en lo más profundo del material poroso y aflojará el agarre de los azulejos. Y todos sabemos que el moho puede ser peligroso para la salud, siendo el moho negro especialmente dañino.
Por tanto, una buena limpieza no sólo hará que tu baño tenga un aspecto estético, sino que prolongará la vida de tus azulejos y garantizará el estado higiénico general de tu baño.
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Así que, si
- Quieres saber cómo limpiar los azulejos del baño en casa;
- Deseas recuperar el brillo de tus azulejos;
- Tienes azulejos que necesitan un cuidado especial;
Entonces, ¡este post es justo para ti! Te diremos qué método de limpieza es el mejor para el material de tus azulejos y te enseñaremos a hacerlo de forma natural.
Antes de empezar
Antes de profundizar en los distintos métodos de limpieza, prepara de antemano los materiales de limpieza necesarios. Dependiendo del material de tus azulejos y de la superficie, puedes necesitar varios productos de limpieza. Algunos de ellos son ácidos (por ejemplo, el vinagre) y pueden causar irritación en la piel. Por tanto, tienes que pensar primero en tu seguridad y en la de tu hogar. Prepara guantes de goma, gafas de seguridad y aparta a tus hijos y mascotas.
Dicho esto, ¡vamos a la limpieza!
Cómo limpiar los azulejos del baño
El método de limpieza de tus azulejos depende totalmente de su acabado. Es importante limpiarlos regularmente como parte de la lista de control de la limpieza del baño. Limpiarlos con regularidad te supondrá menos trabajo en el futuro, ya que restregar la suciedad y la cal de los azulejos de hace 6 meses nunca es divertido.
Azulejos de piedra natural
Las baldosas de piedra natural, como el granito, la piedra caliza, el mármol y la arenisca, se graban fácilmente y con el tiempo pueden decolorarse con cualquier ácido. Por tanto, es conveniente evitar el uso de sustancias como el vinagre, el bórax o el zumo de limón. Utiliza siempre limpiadores con pH neutro.
Cualquier jabón de cocina suave y sin fosfatos servirá. El siguiente método de limpieza es perfecto para tu rutina de limpieza semanal y no requiere muchos recursos:
- Echa un poco de jabón para platos en un recipiente y añade un poco de agua;
- A continuación, coge un paño suave (de microfibra o que no raye) y aplica una parte de la solución sobre las baldosas;
- Utiliza un recipiente más pequeño. Así te será más fácil tenerlo cerca, por si necesitas aplicar más cantidad de la mezcla limpiadora;
- Aclara todo bien y limpia las superficies con un paño seco o una toalla vieja.
¡Y así es como se limpian las baldosas de piedra de tu baño!
Azulejos de cerámica
Las baldosas de cerámica son relativamente más fáciles de limpiar que el mármol. Las baldosas cerámicas lisas pueden soportar un fregado suave con un estropajo, pero los dibujos impresos se limpian mejor con un paño de microfibra. Los ingredientes del siguiente limpiador de azulejos los puedes encontrar en el armario de la cocina. Así que, para limpiar los azulejos de cerámica del baño necesitas
- Prepara una solución limpiadora mezclando 2 cucharadas de bicarbonato de sodio en 500 ml de agua. Una vez disuelto el bicarbonato, añade 50 ml de vinagre y 50 ml de zumo de limón;
- Vierte la mezcla en una botella de spray para facilitar su aplicación. Prepara el resto del equipo: un estropajo o paño de microfibra, guantes de goma y gafas;
- Cuando todo esté listo, rocía la solución y déjala reposar durante 30 minutos;
- Una vez transcurrido el tiempo, frota toda la suciedad y aclara con agua tibia. No olvides secar las superficies con una toalla vieja o un paño para evitar el exceso de humedad.
El agua caliente permite que los poros de las baldosas cerámicas se abran. Deja correr el agua caliente antes de la limpieza. Así conseguirás un aspecto más brillante.
Cómo limpiar la lechada de los azulejos
A pesar de todas las sugerencias en Internet para limpiar la lechada de los azulejos con vinagre, recomendamos encarecidamente evitar este método para la limpieza habitual.
«¿Qué tiene de malo el vinagre?» – preguntas.
La naturaleza ácida del vinagre puede causar más daños que beneficios. Verás, una vez que la lechada entra en contacto con agentes de limpieza fuertemente ácidos o alcalinos, empieza a deteriorarse. Puede que no lo notes la primera vez después de la limpieza, pero a la larga, el vinagre disuelve la lechada, especialmente si no está sellada, penetrando en los espacios de aire entre el material, y finalmente corroe es.
Aunque tu lechada tenga una capa de sellador, el ácido acabará provocando el cambio de pH del sellador de la lechada y se abrirá paso hasta la lechada. Esto podría significar tener que volver a rejuntar las baldosas, en cuyo caso quizá quieras echar un vistazo a nuestro artículo sobre cómo rejuntar baldosas.
En su lugar, para limpiar las líneas de lechada, prueba a utilizar el mismo jabón para platos que utilizaste para limpiar las baldosas. Si las manchas son demasiado resistentes, prueba a salpicar un poco de agua oxigenada en las baldosas de la lechada y añade una capa de bicarbonato de sodio. Déjalo en remojo durante un rato y lávalo todo. No utilices un cepillo metálico o cualquier otro cepillo abrasivo, ya que puede dañar la capa de sellado y la lechada.
Resumen
- Protege tu piel de los detergentes utilizando guantes de goma.
- Las baldosas de cerámica pueden limpiarse con una mezcla de bicarbonato de sodio, zumo de limón, vinagre y agua.
- Las baldosas de piedra natural necesitan un cuidado especial, ya que el material poroso se daña fácilmente. Por tanto, intenta evitar cualquier limpiador fuerte. Un jabón para vajilla de pH neutro hará el trabajo.
- Cuando limpies las piedras naturales, utiliza sólo paños suaves.
- La lechada de las baldosas se daña con los limpiadores ácidos. Evita utilizar vinagre o zumo de limón.
- No friegues la lechada con cepillos abrasivos. Utiliza un cepillo de cerdas no metálicas o un cepillo de dientes.
La limpieza del cuarto de baño puede ser bastante fastidiosa, sin embargo, merece la pena porque cualquier visita al cuarto de baño será un gran recuerdo del increíble trabajo que has hecho. Y ya que tienes todo el equipo preparado, ¿por qué no limpiar también los azulejos de la cocina?