Hay tres razones principales por las que debes lavar el arroz, tanto si lo cocinas en una olla a presión como en una arrocera. Hablaremos de ello dentro de un momento, pero primero, vayamos al grano. Hay dos formas sencillas de lavar el arroz. Aquí vamos.
Cómo lavar el arroz antes de cocinarlo
Método 1: Con un colador
Puedes lavar el arroz en un colador, pero asegúrate de que la malla es fina para que los granos no se salgan.
- Paso 1: Mide el arroz que quieres lavar y añádelo al colador. Lávate las manos antes de lavar el arroz.
- Paso 2: Lleva el colador a un grifo de agua corriente. Asegúrate de que el agua esté fría.
- Paso 3: Una vez que el agua pase por el colador, remuévelo un poco con las manos para asegurarte de que el agua llega a todos los granos.
- Paso 4: Mantén el arroz bajo el grifo durante un mínimo de 30 segundos y remuévelo todo lo que puedas.
- Paso 5: Cuando el agua que sale por el otro lado del colador sea lo suficientemente clara, deja de lavar el arroz.
- Paso 6: Comprueba que el agua que gotea no está tan turbia como cuando empezaste a lavar el arroz.
Es de esperar que haya un poco de blancura. Por tanto, no lo laves durante más de un minuto.
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Método 2: Con un cuenco
La segunda forma es para los que no tienen un colador para lavar el arroz. Pero todo el mundo tiene un cuenco en casa. Así que vamos a darle un buen uso.
- Paso 1: Mide el arroz que quieres cocinar y añádelo al bol. Lo ideal es que tenga una abertura amplia.
- Paso 2: Añade suficiente agua al bol para que el arroz quede sumergido en él. Esto suele significar que tienes que añadir aproximadamente el triple de agua que de arroz hay en el cuenco. Por tanto, si has añadido una taza de arroz, debes procurar añadir tres tazas de agua.
- Paso 3: Remueve el arroz con las manos lavadas para asegurarte de que eliminas los restos y también el almidón de la superficie del arroz. Estas son las dos razones principales por las que lavamos el arroz antes de cocinarlo. No lo revuelvas tan enérgicamente que el arroz se rompa, sino que ejerce cierta presión. Se trata de encontrar el equilibrio.
- Paso 4: Vierte el agua con cuidado sin perder los granos de arroz. Esto no debería ser un problema, ya que es probable que el arroz se quede en el fondo del cuenco. Sólo tienes que ser astuto a la hora de inclinar el cuenco. Mantén la mano en la boca del cuenco para poder coger el arroz que se pueda escapar.
- Paso 5: Repite el proceso hasta que estés seguro de que no hay suciedad ni restos en el arroz. Mientras lo enjuagas, mueve las manos y asegúrate de lavar los granos con los dedos.Llegados a este punto, puedes pasar a la cocción, pero puede ser útil saber que en las tradiciones asiáticas les gusta limpiar el arroz un poco más. Esto es para asegurar que el grano se rehidrate y el producto final sea esponjoso.
- Paso 6: Golpea suavemente el grano hasta que el agua del bol deje de estar turbia. El número de veces que tendrás que hacer esto depende del tipo de arroz.
¿Por qué lavar el arroz en primer lugar?
Independientemente del tipo de arroz, debes asegurarte de que el grano se lava primero. Si vas a cocinar arroz de grano largo, esto es aún más importante porque el arroz cocido se separará fácilmente. Pero aunque no sea así, debes lavar el arroz por tres razones importantes.
Elimina el almidón
La mayor parte del arroz que compramos hoy en día es arroz embolsado. Junto con el grano, tiene también mucho polvo de almidón porque algunos granos pueden haberse roto al ser procesados o estar en tránsito.
Cocinar este grano sin enjuagarlo hará que se añada harina de arroz al resultado final. Eso significa que tu arroz estará blando. Cuando lo enjuagas, te deshaces del almidón y obtienes un arroz esponjoso.
Elimina el polvo
Desde el momento en que se cosecha el arroz, los granos de arroz pasan por un montón de procesamiento. Pero nada de esto conduce a la limpieza del grano. Naturalmente, acumula polvo de todos los lugares en los que ha estado. No quieres nada de eso en tu comida. Por tanto, debes limpiarlo. Esto no es diferente de lavar una manzana antes de comerla.
Rehidrata el arroz
Una vez más, como se trata de arroz en bolsa, debes saber que el grano está deshidratado. Cuando comienzas el proceso de cocción enjuagando el grano, éste recupera parte del agua, lo que facilita que el grano absorba el agua que añadas después para cocinarlo. Esto ayuda a esponjar el arroz.
En conclusión
No es difícil lavar el arroz antes de cocinarlo. Sólo necesitas el tipo de colador adecuado. Y si no tienes uno de esos, siempre puedes usar un bol y lavarlo con diligencia.
Tampoco necesitas una tonelada de razones para entender por qué esto no es opcional. El arroz debe lavarse para que pierda la suciedad que pueda haber en su superficie.
Y, por si no fuera una razón suficiente, debes hacerlo para que se elimine el almidón de su superficie y obtener un arroz que no sea pegajoso. Si quieres cocinar un arroz pegajoso, pues así no se hace. ¡Felices aventuras culinarias ahora!