Los lavavajillas limpian nuestra vajilla, así que deben permanecer limpios, ¿no? Por desgracia, los lavavajillas pueden ensuciarse aún más que los platos que ponemos en ellos.
La acumulación de alimentos y residuos puede hacer que nuestros lavavajillas no funcionen de forma óptima, e incluso que empiecen a estropearse si no los mantenemos limpios. Pero, ¿cómo se limpia un lavavajillas? Sigue leyendo para conocer nuestra guía paso a paso para limpiar correctamente el lavavajillas y conseguir una vajilla lo más limpia posible.
Cómo limpiar correctamente el lavavajillas
1. Descarga la vajilla limpia:
Lo primero que debes hacer es, por supuesto, descargar la vajilla limpia del lavavajillas. Si hay restos visibles en el lavavajillas, como pegatinas de papel o trozos grandes de comida, retíralos también y deséchalos.
2. Retira y limpia el filtro de tu lavavajillas
Ahora que tu lavavajillas está vacío de vajilla, retira el escurreplatos inferior para acceder al filtro. El filtro es una pieza cilíndrica de plástico que se encuentra en la cubeta de tu lavavajillas y se asienta en una cavidad. Gira y levanta el filtro para sacarlo del lavavajillas y déjalo a un lado. Retira los restos de comida o los residuos del filtro y deséchalos. Con un cepillo de fregar y jabón para vajillas, friega a fondo el filtro del lavavajillas hasta que quede completamente limpio. El filtro de tu lavavajillas filtra toda la comida y los residuos del agua mientras se drena. Si el filtro está obstruido con restos y comida, el lavavajillas no desaguará correctamente y se llenará de agua sucia. Por no hablar de que la comida vieja que se queda en tu lavavajillas puede pudrirse produciendo un orden fétido, y ensuciando el agua que circula por tu lavavajillas. Esto puede dejar tu vajilla sucia con restos de comida y residuos. Es crucial tener un filtro limpio para conseguir una vajilla limpia. Aparta el filtro limpio mientras realizas el siguiente paso.
3. Limpia la cavidad del filtro y la cubeta del lavavajillas
Ahora que has quitado el filtro, verás la cavidad que hay debajo, donde se asienta. Esta cavidad también puede contener alimentos y residuos atrapados. Con una toalla de papel o un trapo, retira los trozos de comida y los residuos y deséchalos. Puedes utilizar una esponja o una toalla de papel y un limpiador multiuso o una pequeña cantidad de jabón para platos para limpiar cualquier suciedad o moho de la cavidad. Una vez que la cavidad esté impecable, puedes volver a colocar el filtro. Mientras el fondo del lavavajillas está todavía fuera, aprovecha para dar un rápido repaso al interior del lavavajillas eliminando cualquier trozo de comida adherido.
4. Haz un ciclo de lavado con vinagre
Por suerte, la mayor parte del trabajo pesado ya está hecho y los siguientes pasos, en los que se realiza la verdadera limpieza, los completará sólo tu lavavajillas. Con el escurreplatos inferior de nuevo en el lavavajillas, y el filtro bien colocado, pon una taza o cuenco apto para el lavavajillas con 1 taza de vinagre blanco[1] en la rejilla inferior de tu lavavajillas. El vinagre contiene ácido acético, lo que lo convierte en una potente solución de limpieza. El ácido acético del vinagre «puede disolver los depósitos minerales, la suciedad, la grasa y la mugre. También es lo suficientemente fuerte como para matar las bacterias».[2]. Pon en marcha un ciclo de lavavajillas con agua caliente. El lavavajillas hará circular el vinagre por todo el lavavajillas rompiendo suavemente la suciedad y matando las bacterias atrapadas.
5. Haz un ciclo de lavado con bicarbonato
Cuando el ciclo de vinagre haya terminado, retira el cuenco o la taza que has utilizado para contener el vinagre. El siguiente ciclo de lavado que realicemos utilizará bicarbonato de sodio. Espolvorea 1 taza de bicarbonato de sodio[1] en el fondo del lavavajillas y realiza un ciclo corto con agua caliente. El bicarbonato de sodio es ligeramente abrasivo, por lo que limpiará suavemente cualquier mancha o suciedad del interior del lavavajillas. El bicarbonato de sodio también es un desodorante natural y erradicará cualquier olor desagradable de tu lavavajillas.
6. Limpia la junta de goma
Ahora que el interior del lavavajillas está limpio, es hora de ocuparse del resto. La junta de goma o el sello de goma de la puerta es un área de especial preocupación. La junta de goma puede atrapar trozos pequeños de comida y residuos, y puede desarrollar moho y bacterias. Es tan importante limpiar esta zona como el exterior. Con un trapo y una mezcla de agua caliente y jabón, o un limpiador multiuso, limpia la junta de goma. Asegúrate de llegar a todos los recovecos de la junta de goma, ya que los residuos pueden quedar atrapados detrás de ella. Cuando hayas limpiado la junta, utiliza un paño seco para secar la zona.
7. Limpiar la botonera
¡Ya casi has terminado! Ahora viene la parte fácil. Con un paño y un spray limpiador desinfectante, limpia el panel de botones. Esto desinfectará la zona de cualquier germen, y eliminará cualquier mancha de grasa de los dedos.
8. Limpia el exterior
Si tu lavavajillas es de acero inoxidable, puedes utilizar una toalla de microfibra con agua corriente, una mezcla de agua y vinagre o un producto de limpieza especializado en acero inoxidable para limpiar el exterior de tu lavavajillas. Limpia la parte delantera del lavavajillas con el producto de limpieza que desees y luego sécala con una toalla limpia y seca para conseguir una limpieza sin rayas.
Si tu lavavajillas no es de acero inoxidable, puedes utilizar simplemente una mezcla de agua tibia y jabón, o un limpiador multiuso y un paño para limpiar la parte delantera del aparato.
Cómo mantener limpio el lavavajillas
1. Limpia los platos de trozos grandes de comida antes de meterlos en el lavavajillas:
La mejor manera de mantener tu lavavajillas limpio y funcionando de forma óptima es tratarlo más como un desinfectante que como un triturador de basura. Tendemos a confiar demasiado en la capacidad de nuestros lavavajillas para encargarse de los trozos grandes de comida y los restos de comida. No es necesario que laves los platos antes de meterlos en el lavavajillas, pero sí que los enjuagues a fondo para eliminar los restos grandes de comida. De este modo, el filtro no se obstruirá y el lavavajillas podrá drenar y hacer circular agua limpia correctamente.
2. Lava el filtro a menudo:
Si mantienes la vajilla limpia de trozos grandes de comida antes de meterla en el lavavajillas, evitarás que el filtro se obstruya. Pero aún así, es importante limpiar el filtro con regularidad. Cada semana saca el filtro y acláralo bien. Un filtro limpio aumentará la longevidad de tu máquina y hará que tus platos estén más limpios.
3. Deja la puerta del lavavajillas abierta para que se seque:
Después de hacer funcionar el lavavajillas, deja la puerta ligeramente entreabierta para que salga el vapor. Esto ayudará a que tu vajilla se seque más rápido, y evitará que se forme moho en la junta de goma, o malos olores.
Lavavajillas sucio = platos sucios
La conclusión es que si tu lavavajillas no está limpio, tu vajilla no estará limpia. Un lavavajillas sucio puede atrapar bacterias y moho y transferirlos a tus platos. Si el filtro está atrapado con comida desechada, estos residuos de comida circularán por el lavavajillas y dejarán motas de comida seca en tus platos, dejándolos sucios y turbios. Para mantener la vajilla limpia, haz una limpieza a fondo del lavavajillas una vez al mes, y limpia el filtro con la mayor frecuencia posible.